Lámpara Zen, Oscar y Sergi Devesa para Metalarte, 1990
Lámpara construida en aluminio inyectado y pulido diseñado por los hermanos Devesa para Metalarte en 1990. Esta lámpara que utiliza lámparas de como máximo…
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Jean-Louis Domecq en 1951 detecta que tiene problemas de iluminación en los puestos de trabajo de la fábrica donde trabaja, y decide crear una lámpara para solucionarlos. De este modo nació la 1200 standard, una lámpara de dos brazos articulados y un zócalo que se fija directamente a la máquina. Fiable, robusta, totalmente orientable. Su principal característica es que se trata de una lámpara fácilmente reparable. Gracias a un sistema sin cables, la conexión se realiza a través de dos piezas circulares situadas en sus ejes. Esto le permitía la sustitución, el intercambio y la libre disposición de los cuatro únicos elementos que componían la serie.
El éxito de la lámpara fue tan grande que en 1953 Jean-Louis Domecq crea una empresa para la fabriación en serie de sus lámparas bautizándola con las iniciales Ji El De. Desde entonces esta lámpara ha pasado a ser uno de los iconos del diseño industrial francés.
La lámpara que os ofrecemos, mantiene el color de las primeras producciones en color verde craquelé y esta fijada a un disco de freno de coche para su utilización en sobremesa. Electrificación rehecha conforme a normas y en perfecto funcionamiento. Etiqueta negra original.
Los años 50 fueron una época de renovación y optimismo en la que la austeridad de la postguerra dio paso a un aumento del consumo sin precedentes. En los países occidentales las guerras dejaron paso a la paz y la libertad en una sociedad que hacia enormes esfuerzos para mejorar las condiciones políticas y materiales en el mundo.
Los estilos decorativos anteriores tan marcados por las influencias nacionales dieron paso a la creación basada en un pacifismo constructivo en los que primaban criterios de calidad y universalidad.
Arquitectura y diseño se aprovechan de los avances en la investigación militar heredados de la época de guerra, y se empiezan a descubrir nuevas aplicaciones a materiales como los laminados plásticos, la fibra de vidrio o la espuma de látex. Los diseñadores extraen su inspiración de múltiples y dispares fuentes entre las que se encuentran la física nuclear, la química molecular, la ciencia ficción o el arte africano.
En esta época Estados Unidos se desprende finalmente del complejo de la época de la Gran Depresión y empieza a experimentar un periodo de abundancia en el que se fomenta la nueva cultura del consumo. Los diseñadores y fabricantes empiezan a alimentar esta demanda creciente con productos de líneas estilizadas y futuristas que encarnan “el sueño americano”.
En Europa se supera la escasez de la postguerra con ingentes cantidades de sentido común y una creatividad impresionante. La vivienda adquiere una importancia central en la vida. Es el centro, el refugio donde sentirse al abrigo de una sociedad tecnológica que avanza imparable, y donde refugiarse del peligro de una guerra nuclear que parece inminente. Los estampados textiles incorporar nuevos materiales sintéticos en sus dibujos. Vidrieros y ceramistas investigan nuevos campos en la metalurgia para conseguir colores más intensos y más vibrantes. En Dinamarca se emplean formas orgánicas sensuales y revolucionarias. Ha pasado el tiempo en que la función se imponía a la forma y la esbeltez, la creatividad y los nuevos materiales dan lugar a innovadores diseños.
A ambas orillas del Atlántico se promueven las viviendas de tamaños más reducidos, y la posibilidad de ser propietario de una vivienda se extiende más allá de las clases burguesas. Estas nuevas viviendas de dimensiones reducidas generan la necesidad de nuevos tipos de mobiliario: paneles divisorios, sofás cama, muebles modulares aparecen de la mano de los diseñadores para cubrir estas necesidades.
ean-Louis Domecq (1920-1983) Trabajando como jefe de taller en una fábrica de automoción en 1951, Domecq detecta que tiene problemas de iluminación en los puestos de trabajo de la fábrica donde trabaja, y decide crear una lámpara para solucionarlos. De este modo nació la 1200 standard, una lámpara de dos brazos articulados y un zócalo que se fija directamente a la máquina. Fiable, robusta, totalmente orientable. Su principal característica es que se trata de una lámpara fácilmente reparable. Gracias a un sistema sin cables, la conexión se realiza a través de dos piezas circulares situadas en sus ejes. Esto le permitía la sustitución, el intercambio y la libre disposición de los cuatro únicos elementos que componían la serie.
No podemos considerar a Domecq como un diseñador al uso, pero si que tuvo una gran visión de mercado. De hecho, el éxito de la lámpara fue tan grande que en 1953 Jean-Louis Domecq creó una empresa para la fabriación en serie de sus lámparas bautizándola con las iniciales Ji El De. Desde entonces esta lámpara ha pasado a ser uno de los iconos del diseño industrial francés.
Medidas: En función de la posición. Brazo 40 cm.
Estado: Original en perfecto estado. Acabado verde craquéele. Etiqueta negra.
Funciona perfectamente
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